Con una
brújula y una bobina conectada a una fuente de corriente
alterna, a la que podamos variar la frecuencia, podemos conseguir que
la aguja alcance un movimiento giratorio.
Comenzaremos aplicando una baja frecuencia a la bobina, la
aguja de la brújula comenzará a moverse conforme
varía el campo magnético de la bobina.
El campo magnético será siempre alterno,
cambiando alternativamente de sentido, 180º.
Según aumentamos la frecuencia de la corriente
aplicada los giros serán más rápidos,
Llegará un momento en que la inercia de la aguja
será grande y la aguja comenzará a
girar, a pesar de que el campo magnético no es giratorio.